Me visitaron la otra noche.
Dos cuervos.
Se posaron en las esquinas deste cuarto.
Me miran partir, me miran regrear.
Me escuchan cuando hablo entre las sombras.
A veces vuelan.
Se esconden en las viejas muescas de la madera.
A veces solo el viento de sus alas negras permanece cuando regreso a la habitación.
Pero siempre que los sueños lúcidos de aguas cristalinas aparecen en mis ojos dormidos, vuelven a posarse entre los vértices y la penumbra.
viernes, 12 de febrero de 2010
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1 comentario:
'el xocopa y el abuelo', perdón, no me podía despedir sin decirlo. ¡buen viaje!
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