4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.4:12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.
Letras negras, de sombras largas, de movimientos adagio, de noches cerradas y llenas de lobos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario